La Cuaresma surge para preparar de manera más intensa a los que se van a bautizar en la noche pascual. A partir del s. IV, la Cuaresma comienza a ser un tiempo de penitencia.

El Miércoles de Ceniza no es lo más importante de la Cuaresma. Es sólo la puerta de entrada. Estamos aquí y sabemos que el Señor nos convoca para iniciar un camino de conversión. Comenzamos a caminar hacia la Pascua. La Pascua es lo importante.

El Miércoles de ceniza es, junto con el Viernes Santo, un día penitencial de ayuno y abstinencia.